Le Bateleur



RECUERDO MUERTOS
MIENTRAS SE OLVIDAN DE MÍ
LOS QUE ESTÁN VIVOS.


Esteban Tómaz (1958 - ¿ceremonia espiritista?)*; 
Dactilógrafo con pretensiones de escritor,
oriundo de El Dique (pagos de Ensenada, República Argentina).

En relación a infancia y senectud remitirse a su cuento Herejía sin título (en cuanto al resto de su vida desperdiciada, el expediente novelado Efemérides Malditas dará idea fragmentada del prontuario criminal y existencial del tránsfuga). Atendiendo estrictamente a la configuración de su mester, diremos que alcanzada la adolescencia, para esquivar los sudores del trabajo (y el sacrificio estudiantil que se los evitara) emprendió periplos erráticos y practicó inutilidades varias que lo fueron ligando (en diverso grado) a la sugestión de símbolos, atributos y palabras.

Antártida, pueblitos de pampa húmeda, nichos del conurbano bonaerense, canales de Brujas, quartiers parisinos y bosque negro alemán son algunos de los paisajes que alojaron con matizado contexto la irregular topografía de su contextura intelectual.

Teorías, conceptos y convites lúdicos de este blog son resultantes de originales dispositivos hermenéuticos (autogestionados en idea, forma y concreción) por medio de los cuales el ignoto bachiller indagaba las posibilidades liberadoras que los usos de cultura escrita ofrecerían a los propios descalificados para imprimir con ellos inscripción social si éstos se atreviesen a articularlos sin sujeción a paradigmas literarios, obligatorios códigos de área, ni sumisión a las sucesiones discursivas del Poder.

El pecado fue absoluto, tuvo castigos triviales.-




SU PROFUNDIDAD
IMPIDE AL ABISMO
MOSTRARSE A FONDO.


* como todo muerto se hace el desentendido, si todavía te atiende será porque estás chapita o su fantasma es pertinaz.-